El sábado fui por primera vez en mi vida a un campo de fútbol a ver un partido, si si si, me parece hasta mentira, tengo que decir que no me gusta el fútbol, pero como dicen que para poder hablar de algo, primero hay que probarlo, pues allí me tienes a las seis de la tarde en el campo de fútbol del Vilarreal viendo a su equipo.
Desde luego fue todo un espectáculo, observar a las personas que estaban a mi lado, unos comiendo pipas y tirando las cascaras al suelo, sin preocuparse de lo que estaban ensuciando y sin pensar que luego aquello se tendría que limpiar, pues nada ellos tan panchos comiendo sus pipas. Otros gritando, otros cantando, otro señor que estaba delante de mi se enfadaba cuando su equipo no metía un gol y estaba apunto, dicho señor llevaba una bufanda y pegaba con ella en una barandilla cuando se enfadaba, los hinchas gritando, total todo un espectáculo.
Creo que para la gente que le gusta el fútbol es emocionante ver a tanta multitud junta (estaba lleno el campo) viendo a su equipo.
El motivo de ir es que a J. Luis le invitaron, pues tampoco él había ido nunca a un partido de fútbol. Como experiencia no estuvo mal, pues estábamos con la persona que nos invito y estuvimos todo el rato hablando (por lo menos yo) y comentando el ambiente.
Lo peor es que perdí una pulsera que compré en Estocolmo y tenía un valor sentimental, pues iba con mi hija cuando la compré y creo que le gustaba más a ella casi que a mi y por eso la compré.
