Ayer dí uno de esos paseos que te hacen pensar y estar a gusto contigo misma os cuento. Decidí bajar a la playa y esperar a que viniera J.L. para luego subirme con él a casa a comer, pues bien, el paseo fue precioso se estaba muy bien, no había nadie, solamente un montón de gaviotas en un espigón estaban muy tranquilas me acerque un poco y ni se movieron, luego las deje tranquilas y segui mi camino, en otro espigón empecé a observar las piedras tan enormes que lo formaban, los colores que tienen, rojizos, grises, veteados, fue una gozada, solamente observando lo que tenía a mi al rededor que no era poco ya disfrutaba, el mar tenía la línea del horizonte muy nítido (era un dia muy seco) y de un azul muy oscuro, luego el color se iba degradando ( que lio de palabra) hasta llegar a la orilla de un color turquesa, precioso.
A todo esto el paseo duro hora y media iba descalza con los pies dentro del agua y no estaba nada de fria, incluso a la altura del Voramar un señor se baño.
¿Qué os parece mi paseo? a que fue bonito.
A veces no sabemos apreciar lo que tenemos al lado.
Besicos.
Muy bonito mamá, además lo has descrito tan bien que me he imaginado a mi misma viendo las mismas cosas. Una entrada muy bonita. Besoooo
ResponderEliminarDesde luego no sabemos apreciar lo que tenemos cerca, pero donde tu estas es un sitio magnifico para pasear, y si ay poca gente mucho mejor. Te faltan las fotos que hace Alicia para que la envidia(sana) nos invite a disfutrar del paisaje. Besos Pili.
ResponderEliminarHola Pili, no puedo poner fotos, pues tengo una hija que no me dió las explicaciones oportunas en su momento y no se ponerlas en el blog, asi que, ya vendrá el verano y me enseñará.
ResponderEliminarGracias por leerme.
Besicos.
Hola Carmen,
ResponderEliminarQué paseito más chulo, a veces no nos damos cuenta y al lado de casa tenemos cositas geniales que no valoramos, pero que están ahí :)
Un saludico y que vaya bien el fin de semana!